Si en un anterior artículo publicado en este medio hace pocos días, D. Julio Broto reflexionaba, con acierto y lucidez dicho sea de paso, sobre la situación socioeconómica de Barbastro y su redolada en la pretérita fecha de hace sesenta años, en el que ahora se transcribe el sujeto de su pensamiento y análisis es la situación sanitaria de la zona pirenaica oriental en su confluencia con Barbastro y prolongación hasta Huesca. Sabía de lo que escribía porque, en este caso sí, su pieza periodística en El Cruzado Aragonés está fechada el 16 de julio de 1960 cuando su autor ejercía como párroco titular de Laspaúles. Vivía sobre el terreno.
Barbastro, que había tenido hospital de sangre durante los años de la guerra civil, careció de este importante servicio durante las décadas de la dictadura franquista, y no fue hasta diciembre de 1984 cuando oficialmente se inauguró el actual hospital que todos conocemos. No obstante, en el interín de todos aquellos años, hubo voces plenamente timbradas de sensibilidad y conciencia social que alertaron y sugirieron soluciones ante tan grave carencia asistencial sanitaria. Para botón de muestra el siguiente artículo que, en el fondo, sigue teniendo una importante cuota de actualidad si tenemos en cuenta el deficiente funcionamiento de nuestro hospital, a pesar del honrado esfuerzo de toda su plantilla, infradotado en recursos cuando su cobertura alcanza tanto o más que el sector sanitario occidental de la provincia de Huesca. Los regímenes políticos pasan, la injusticia permanece.
– ¿ UN HOSPITAL DE URGENCIA? –
La actual evolución de la región central altoaragonesa, las obras de los riegos ( con un censo elevado de obreros ), la rápida mecanización, etcétera, exigen y demandan una adaptación sanitaria al momento presente. Por Barbastro, las obras del Canal del Cinca y Presa de El Grado; por Benasque, el incremento de la O.C.I.S.A.; por otros valles, diversas obras; y por todo el territorio altoaragonés, una mecanización, que, si bien favorece el trabajo y el transporte, motiva nuevas ocasiones de peligro a la vida de los hombres.
Y es precisamente esto lo que hace urgente una instalación sanitaria, asequible más fácilmente para toda esta región. En Barbastro, Graus o Aínsa, se nota la falta de un hospital de urgencia. Barbastro carece de hospital comarcal o municipal. Y esto es una necesidad bien sentida.
Meditando sobre matemáticas, es como se palpa el problema. La provincia no está – ni mucho menos – excesivamente poblada. Pero de Benasque a Barbastro hay sus 100 kilómetros. Desde Bonansa, sus 130. Si sumamos los 50 de Barbastro a Huesca, comprenderán todos ser muy excesiva la distancia para acudir a remediar un caso urgente. ¡ Cuántos casos se dan en que la vida humana depende de minutos ¡
En Madrid, ha comenzado el interesante ensayo del EQUIPO DE URGENCIA. En el diario “ Heraldo de Aragón “, leemos una nota. Y creemos que es muy importante y que interesa mucho. Y podría ser ensayada en estas tierras. El buen resultado ha movido a las autoridades a crear alguno más. Se proyecta extenderlos.
¿ No sería posible la instalación de algún servicio así o similar en Barbastro, Graus o Ainsa?
Brindamos la idea a quienes puedan hacerla realidad. Y estamos seguros de que quienes esto realicen contaran con el perenne agradecimiento de los altoaragoneses.
Julio BROTO
Cura de Laspaúles.
16 julio 1960