El sacerdote responsable de la parroquia de San José de Barbastro, Joaquín Subías, ha fallecido esta madrugada a los 83 años de edad, según informa la Diócesis de Barbastro – Monzón.
Joaquín Subías fue canónigo, consiliario diocesano de Vida Ascendente y de la Cofradía de Jesús Atado a la Columna, era párroco de Castejón del Puente y capellán de la Casa Amparo. Durante más de cuarenta años fue el párroco de San José de Barbastro, desde la propia fundación de la parroquia, en 1975, hasta octubre del año pasado.
La iglesia de San Josemaría acogerá mañana, a las 14 horas, la misa exequial presidida por el obispo, Ángel Pérez. Una hora antes quedará instalado el féretro en el templo.
Su muerte ha causado un gran sentimiento de tristeza entre muchos de sus feligreses del barrio de San Fermín y San José que pertenecían a esta parroquia. Ha habido muestras de cariño y de pésame desde las asociaciones de barrios y desde la las cofradías de Semana Santa, así como de muchos vecinos anónimos que han expresado su dolor a través de mensajes en redes sociales.
Obituario de Joaquín Subías
por Ángel Huguet
La muerte del canónigo Joaquín Subías deja al Obispado de Barbastro-Monzón sin uno de los sacerdotes más conocidos por su labor pastoral en la Parroquia de San José a la que se incorporó en octubre de 1975 durante la etapa del obispo Ambrosio Echebarría cuando ni siquiera había iglesia propia ni lugar de reuniones con sede provisional en un aula de la Casa Amparo y culto en San Ramón. Hasta la remodelación realizada por el obispo Ángel Pérez en el proyecto reciente de Unidad Pastoral, la parroquia ha sido su lugar de trabajo cotidiano aunque los últimos meses ha sido consiliario en la Casa Amparo. Además fue párroco de Las Paúles de Castanesa, Boltaña, Castejón del Puente y Peraltilla, Canónigo Consiliario Diocesano de Vida Ascendente.
El compromiso con los feligreses ha sido seña una de las señas de identidad más características de Joaquín Subías, natural de Salas Altas (7 enero de 1936) a quien ordenó sacerdote el obispo Jaime Flores (1960-1970) en la misma fecha que a su compañero José María Garanto que fue párroco de San Francisco hasta hace unos meses. El primer destino pastoral fue la parroquia de Las Paúles de Castanesa que consideraba como “la esposa de mi juventud porque allí me estrené y fue una experiencia que me marcó gracias a la gente estupenda” como recordó en la entrevista con motivo de los 50 Años de su Ordenación, celebrados en la iglesia de San Jose.
Boltaña fue el segundo festino y antes del traslado a Barbastro, se involucró en los Cursillos de Cristiandad “me hicieron sentir cura para lo que me ordené”. La parroquia de San José ha sido el destino más duradero de su vida sacerdotal y cuando se incorporó en octubre de 1975 al nuevo proyecto pastoral por encargo del obispo Ambrosio Echebarría, se fijó el centro de culto en San Ramón, con despacho diario en un aula de la Casa Amparo
La nueva parroquia nii siquiera tenía iglesia propia y un censo de casi 500 familias entre el barrio de la Cooperativa, las antiguas “casas baratas” y poco más hasta que se construyó la primera iglesia con antelación a la actual, dedicada a San Josematía Escrivá, que se bendijo el 8 de diciembre de 2001 con asistencia de los obispos Juan José Omella, Ambrosio Echebarría -promotor principal del proyecto- y Javier Echevarría, prelado del Opus Dei
Joaquín Subías ha sido testigo directo del nacimiento y vida de la Parroquia, en cuya iglesia celebró 50 Años de Ordenación Sacerdotal durante una jornada conmemorativa, en 2010 con gran respuesta de feligreses. En su etapa parroquial destacó siempre por su dedicación pastoral, extensiva a los jóvenes en actividades anuales y en la colonia de Obarra, además de consiliario de la Cofradía de Jesús atado a la columna, entre otras responsabilidades propias de un sacerdote a quien se recordará por su labor pastoral de compromiso con las familias, dotes de proximidad, carisma personal y dinamismo de la comunidad. En su vida ha servido a los obispos Jaime Flores, Damián Iguacen, Ambrosio Echebarría, Juan José Omella, Alfonso Milián y Ángel Pérez.