Los trabajos de demolición de una vivienda en el histórico barrio barbastrense del Entremuro, el más antiguo de la ciudad, han descubierto una parte de la muralla que podría configurar uno de los torreones que rodeaban la zuda musulmana en la Alta Edad Media.
Un gran muro de sólidos sillares y de considerable profundidad se ha encontrado en la vivienda sita entre las Avenida de Navarra y La Seo. La vivienda pertenece a la casa Subías, en la Avenida de Navarra número 20. Su parte trasera se asentaba sobre la calle La Seo y es en esta arteria dónde se han encontrado unos sillares pertenecientes a la muralla que rodeaba en su origen a la villa musulmana, el denominado barrio del Entremuro. Dada las dimensiones de estos sillares y su altura (la parte trasera de la vivienda que tenía tres pisos y planta baja, así como un pozo, se asentaba sobre la muralla) se cree que podría ser uno de los tres torreones documentados a lo largo de la actual Avenida de Navarra y antigua carretera comarcal a Salas.
Asimismo, se ha encontrado un túnel en perfecto estado de conservación, de época reciente, y que fue utilizado como refugio antiaéreo en los bombardeos que se produjeron en la ciudad durante la Guerra Civil por las tropas franquistas. Algunas de las casas de esta avenida estaban comunicadas por túneles. Este inmueble concretamente comunicaba con la vivienda anexa, Casa Molina, y tenía una longitud de cinco metros. Los propietarios de ambas casas los tapiaron una vez pasada la Guerra Civil.
Los restos más antiguos, los de la muralla, han sido examinados por Patrimonio del Gobierno de Aragón. El Ayuntamiento ha dado licencia municipal a los propietarios para que continúen la obra, pero como explica el concejal de Urbanismo Luis Sánchez las murallas están protegidas y deberán de integrarse en la próxima construcción que los propietarios tienen previsto realizar sobre este solar.
Los restos aparecieron cuando se realizaron catas tras los trabajos de demolición. Los informes del arquitecto fueron enviados a Patrimonio del Gobierno de Aragón, que obliga a preservar los restos de la muralla aparecidos, así como los posibles que aparezcan. Para ello se requiere la presencia de un arqueólogo en los trabajos de construcción del nuevo inmueble.
Las fortificaciones y restos de murallas están protegidas por ley, por lo que sobre estos restos no se podrá realizar ninguna intervención arquitectónica que afecte a su estado. Sin embargo, los restos no estarán visibles al público.
La obra en estos momentos se encuentra parada ya que la propiedad va a tener que modificar el proyecto inicial a raíz de estos hallazgos.
«Se sabía que estaba la muralla en esa zona. Patrimonio ha marcado unas líneas de actuación al promotor que deberá preservarlas, pero no estarán expuestas», señalaba Luis Sánchez, concejal de Urbanismo.
Restos en la Barbacana
Cabe apuntar que a finales de 2013 aparecían restos de la primigenia muralla que rodeaba el Barbastro musulmán, fechada entre el siglo X y XI, fruto de unas excavaciones municipales para realizar el parque de la Barbacana, también en el barrio del Entremuro.
Dentro de estas catas, además en la explanada del convento de las Capuchinas se localizaban una serie de aljibes excavados en la roca y un muro que podría pertenecer a una estancia que a su vez marcaría el cierre perimetral de otro espacio mayor.
Los restos estuvieron visibles un tiempo para que los ciudadanos pudieran conocerlos, y después, se decidió enterrarlos para evitar su deterioró. En el informe presentado al Ayuntamiento y a Patrimonio, el arqueólogo encargado de la excavación recomendaba su integración en el futuro parque de la Barbacana. En estos momentos este proyecto se encuentra «parado», como reconocía el concejal de Urbanismo. Sánchez indicaba que estos restos se integrarían en el futuro parque y no descartaba realizar más catas en la Barbacana en función de las ayudas que se reciban desde Patrimonio.