La asociación cultural Salas Bajas 2000 repartió este sábado entre los vecinos de la localidad y de otros municipios del Somontano el popular «Recau», un guiso tradicional que desde tiempo inmemorial una de las «casa ricas» del pueblo cocinaba para todos los vecinos del pueblo y las personas más necesitadas de la comarca con motivo de la celebración de san Isidro Labrador.
Esta tradición se perdió con la guerra civil y desde hace cinco años el inquieto grupo de mujeres de Salas Bajas, englobadas en dicha asociación cultural, decidió con el apoyo del Ayuntamiento recuperarla y convertirla en una fiesta en torno a los fogones y la mesa.
El buen tiempo animó a que vecinos de Salas Bajas, Salas Altas, Estada y Barbastro participaran de esta degustación (las cocineras habían preparado 400 raciones) en la plaza de la iglesia. Este tradicional guiso ha sufrido algunas modificaciones pero en esencia «El Recau» se elabora a base de judías, oreja, morros, patas y chorizo de cerdo, patatas, arroz «y mucho trabajo por parte de doce mujeres que venimos trabajando desde el viernes», indicó Emilia Carmen, presidenta de la asociación Salas Bajas 2000.
Exposición de forja en el torno
Tras la comida se realizó el sorteo de regalos entre los asistentes y la celebración de una obra de teatro, como novedad este año. Asimismo, como complemento a esta fiesta gastronómica se inauguró en el torno de Salas Bajas una exposición de los trabajos en forja del señor Hipólito Lalueza, vecino del municipio de 84 años, y que se clausura este lunes por la tarde.
Los asistentes a esta comida popular sólo tuvieron que participar en la rifa, cuya recaudación se donó a la Asociación de Niños Oncológicos de Aragón, así como también se recogió fondos para terminar de restaurar la iglesia.