El santuario de Santa María de Dulcis, sito a las afueras de Buera, acogió ayer la tradicional romería del segundo sábado de mayo que atrae desde los tiempos medievales a los vecinos de siete localidades: Alquézar, Asque, Colungo, Buera, Huerta de Vero, Radiquero y San Pelegrín. La romería es una de las vistosas del Somontano y cada población acude con su cruz y con su bandera hasta el santuario. Este año se inauguró la restauración de un antiguo crucero que ha sido colocado a escasos metros del templo y desde donde partió la romería.
Tras la misa oficiada por el párroco José María Cabrero, junto a otros sacerdotes, los vecinos disfrutaron de una comida campestre con un tiempo primaveral. La romería contó con la presencia de los alcaldes locales, así como de los presidentes de la Comarca del Somontano, Jaime Facerías, y de la Diputación Provincial de Huesca, Antonio Cosculluela, quienes destacaron la singularidad y vistosidad de esta jornada romera.