Comité de empresa y la dirección de Brilén Novapet continuaron ayer las negociaciones para abordar cómo se aplicará el cierre temporal por dos años de la planta Poli 1, anunciado por la compañía textil aragonesa debido al descenso de las ventas en el mercado internacional. La tercera reunión se saldó igual que la anterior, sin acuerdo en lo tocante al número de trabajadores que se verán afectados por este cierre. Las posturas siguen intactas ya que la empresa cifra en una treintena el número de empleados a prescindir de forma temporal hasta que la planta vuelva a abrir dentro de dos años, salvo que las condiciones del mercado cambien. Por su parte, los representantes de los trabajadores tratan de rebajar esa cifra lo máximo posible y proponen la recolocación en otras plantas de la textil barbastrense.
A pesar de no llegar acuerdos desde el comité de empresa se valora el ánimo de la dirección por llegar a una solución consensuada. Ambas partes han acordado reunirse el próximo 9 de enero.
La empresa tiene previsto acometer el cese temporal de Poli 1 a finales de febrero o principios de marzo. Desde el comité se entiende que hay margen de maniobra para llegar a un acuerdo, que debe de pasar primero por establecer el número de personas afectadas; luego se estudiará las fórmulas y las condiciones para aplicar ese cese de su actividad.
El portavoz del comité de empresa Alfredo Tornil aseguró ayer que las conversaciones «están donde estábamos y el día 9 trataremos de llegar a un acuerdo. Pero la buena noticia es que la empresa quiere una salida negociada y en ningún momento ha optado por tomar medidas drásticas. Tenemos disparidad de criterios y hay que buscar un punto de encuentro».
Por lo que respecta a las otras dos plantas, la Poli 2 y la 3 funcionan con normalidad. La empresa Brilén Novapet pertenece al grupo SAMCA y es la principal industria de la capital del Somontano.