Marian, ¿qué te llamó más la atención a tu llegada?
El primer encontronazo fue con el mundo de las cocinas. Aquí te alquilan los pisos sin cocina. Se la puedes comprar al inquilino que se va, aunque a veces prefieren no venderla y guardarla en el trastero (!!), entonces tienes que comprar todo el mobiliario de cocina y esperar a que te la monten. ¡Estuvimos 3 meses a pizza!
También que en las noticias dan siempre el tiempo de Mallorca y de las islas Canarias con la misma preocupación que dan el de Frankfurt o Berlín, como si formaran parte del país. ¡Sus vacaciones son lo más importante! Normal ¡con tanta lluvia!
¿A qué te costó más acostumbrarte?
Al principio a los horarios de las comidas y claro, a la lluvia y el cielo gris. Al carácter y el sentido del humor de los alemanes. En general, no son tan habladores. Aquí si van a quedar, avisan de la cita un par de semanas antes, nada que ver con el estilo basbastrense de: ¿bajas ahora a echar un café?
¿Alguna costumbre que te sorprendió?
Por ejemplo, que no se puede felicitar ni celebrar el cumpleaños antes de hora porque da mala suerte, aunque haya que celebrarlo semanas después. ¡Y lo de mezclar el vino y los zumos con agua con gas!
¿Tu día a día es parecido al que llevarías en España?
La verdad es que sí, solo las comidas son antes. ¡Y que sales antes de trabajar!
¿La comida qué tal es? ¿hay similitudes?
No está mal, antes estuve en Dinamarca y allí era mucho peor. Aquí hay más variedad, y al fin y al cabo, en el supermercado encuentras casi de todo. Por supuesto no es lo mismo que en Barbastro, con fruta y verdura de los huertos. Quizás lo más difícil es encontrar pescado fresco. De restaurantes hay mucha variedad.
En general no le dan mucha importancia a la comida del mediodía, puede ser un sandwich y ya, o solo un plato. Comen mucha carne con patatas y hay miles de tipos de salchichas, pan y cervezas…¡algunos tópicos se cumplen!
¿Cómo son los alemanes?
Evidentemente, cada persona es diferente, pero sí, son menos habladores, al principio cuesta un poco hacerse con ellos y romper el hielo, luego con el tiempo ya es otra cosa.
Son bastante emprendedores y siempre tienen un plan (del que les cuesta mucho hacer cambios). Por ejemplo, montan muchos negocios en los campos para sacarles partido en verano. Eso también me impresionó al principio.
Unas ideas para futuros barbastrenses emprendedores: fiestas y catas de vino entre los viñedos, durante el día y también por la noche. Actividades infantiles: laberintos en campos, senderos para caminar descalzos, granjas de animales. ¡Después cosechan y listo!
Además cuidan mucho de su casa, están constantemente reformándola para mantenerla en buen estado.
¿Sus aficiones se parecen a las nuestras?
Muchas sí. Quizás hacen más deporte y, en esta zona, muchas excursiones al bosque.
¿Qué concepto tienen de nosotros?
Bastante bueno. Cada vez hay más españoles trabajando aquí y en general estamos bien valorados. Aunque a veces hacen los típicos comentarios sobre los toros, la siesta, las fiestas y demás, muchos van de vacaciones a España y les encanta nuestra cultura.
¿El idioma?
Qué voy a decir, el alemán es todo un reto, pero más fácil de pronunciar que otros idiomas…se sale adelante.
¿Educación, sanidad,…qué tal están?
Bien. En sanidad hay muchas opciones y más tecnología, aunque personalmente veo a los médicos en España mejor formados. Aquí la burocracia lo complica todo. Me gusta más el sistema español de los ambulatorios. En Alemania son todo consultas privadas y tienes que andar de una a otra cuando no están.
La educación es gratuita, también la Universidad, solo pagas las tasas.
No empiezan el colegio hasta los 6 años. Hasta entonces están en la guardería y solo juegan, no hay muchas actividades planeadas, les dejan que se desarrollen libremente. Pero una vez empieza el colegio cambia todo. A los 10 acaban la primaria y les seleccionan para ir a la secundaria con acceso a la Universidad (Gymnasium), o a otro tipo más dirigido a la formación profesional (Realschule). Al principio me chocó mucho que les seleccionaran tan pequeños, pero supongo que es para evitar abandono escolar en secundaria o en la universidad.
¿Qué es lo que más te gusta de Alemania? ¿Qué echarías más de menos si te fueras?
Que hay muchas zonas verdes, con conejos, ardillas y patos en los parques, más naturaleza y fauna. Los lagos y zonas como el Bosque Negro son una pasada en verano. Sobre todo echaría mucho de menos poder ir en bici a todas partes.
Y de España, ¿qué es lo que más echas de menos de nuestro país?
Primero la familia y los amigos. ¡A ver cuándo nos deja el covid volver a viajar para irlos a ver! También el sol, las terrazas, la comida (¡ese tomate rosa de Barbastro!) y el carácter de la gente.