Los vecinos son testigos del lento pero inexorable proceso de desaparición de la fortaleza medieval que dio nombre al pueblo y protegió a los habitantes desde el “lugar alto” que fue punto estratégico entre los siglos XIII y XIV. En los primeros años de siglo XXI es una muestra decadente de falta de interés y protección por parte del Gobierno de Aragón que no ha atendido las peticiones del Ayuntamiento, propietario del castillo -para cobrar una deuda- que carece de recursos suficientes. La Corporacion municipal que preside Joaquín Muzás hacen bastante con atender las necesidades del pueblo.
Lo del castillo no tiene solución y mientras tanto, los vecinos se conforman con disfrutar de la tranquilidad habitual bien reflejada por Luciano Puyuelo en “Historias con minúscula” editadas por el Ayuntamiento en 1997. Además, en el libro “Tal como éramos” que publicó el Instituto de Estudios Altoaragoneses en 1993 deja constancia de costumbres, etnología, dichos y cosas propias de Luciano, autor de una decena de obras de teatro costumbrista. La vecina que más tiempo disfrutó de la tranquilidad local fue Lucía Lacoma que falleció en mayo de 2020 con cerca de 109 años y fue referencia de longevidad en la provincia de Huesca.
El paseo distendido por el casco urbano en torno a la iglesia parroquial de San Salvador (siglo XVIII) ofrece la oportunidad de recordar antiguos usos de los lavaderos con suministro de agua del río Vero. Uno de ellos se conserva cerca de las instalaciones del frontón gracias al interés que tuvieron desde Comarca, Ayuntamiento, Gobierno de Aragón y Parque Cultural del Río Vero cuyo ámbito territorial llega hasta Castillazuelo.
El contenido del Centro de Interpretación dedicado al río -aunque está cerrado- deja constancia de costumbres locales y rincones atractivos del territorio mediante maquetas de molinos, batanes y paneles informativos sobre el patrimonio hidráulico del río. Al mismo tiempo es punto de partida para el Camino Ras Vals hasta la acequia de San Marcos, sin dificultad para el senderista, en hora y media entre monte y ribera.
La propuesta de senderismo se completa con el Camino de Poyet hasta las ruinas de la torre medieval con vistas excelentes de las bodegas de la D.O. Somontano, durante 3 horas de itinerario entre cultivos mediterráneos, por camino carente de dificultad. Los recorridos didácticos se completan con el Camino de Ra Guardia de 3 horas de duración. En la práctica, Castillazuelo tiene buena comunicación por itinerarios y senderos con Pozán de Vero, Salas Bajas y el monasterio de El Pueyo. Referencias locales son la ermita de San Fabián y San Sebastián, el edificio de “El Sindicato”, rehabilitado como lugar de reunión social y el puente medieval. En el sector de viticultura, bodegas Vinos y Viñedos Estada y Ras-Vals gracias a iniciativas de emprendedores locales.