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Si conocido es el enclave mágico de Alquezar y el cauce del río Vero por la cantidad de deportes de aventura que se pueden desarrollar en torno a él, el sábado los asistentes al Festival pudieron practicar otra actividad inimaginable hasta el momento. Fue una noche de surf en toda regla, de tabla en mano y abordaje de olas ficticias.
Después de una jornada de viernes donde musicalmente sorprendieron Los Malignos, convencieron de nuevo Guadalupe Plata y el resto de propuestas de la muestra tuvieron gran acogida, llegamos al plato fuerte musical de la noche del sábado.
Abrieron el escenario Los Pipelines. El grupo oscense afrontaba su bautismo, su primera gran ola, y lo hicieron con un aplomo y serenidad propios de quien está consolidado en dichas lides, domándola con gran solvencia.
Su propuesta de surf instrumental sonó excelente, comenzaron con «Espionage», una sorprendente versión del tema de la película Austin Powers y después de un aviso «somos Los Pipelines, y vamos a destrozar unas canciones», incumplieron su palabra y lejos de destrozarlas convencieron a los presentes entre otras con versiones de Yuzo Kayama , el mítico «Apache» de los Shadows, Batman Theme, o dos versiones de Dick Dale, el ya clásico de Pulp Fiction «Miserlou» y «Banzai Washout» que sirvió para que se despidieran del respetable, no sin solicitudes de bis.
Atendiendo a los principios básicos del surf -según muchos el equilibrio y la coordinación- se trató de surfeo en toda regla. Todo un triunfo que sorprendió muy gratamente al público (en gran número para ser el primer concierto) que les arropó y ayudó a subirse a la cresta de la ola.
Todavía empapados del romper del oleaje, tocó el turno de recoger momentáneamente las tablas de surf, para dar paso a Wau Y Los Arrrghs!!. Los valencianos, recientes protagonistas del programa Mapa Sonoro (La 2), hicieron explotar definitivamente a los asistentes, el baile y el cachondeo inundaron al público. Su garage-punk descendiente de los sesenta más salvajes no dejó indiferente a nadie. Tal como su líder Juanito Wau, recordó varias veces, ellos hacen «canciones de desamor, pero para bailar», y eso lo consigue Juanito con su personalidad desbordante en el escenario. Su look, sus gestos, su destructiva voz, su forma de bailar y su trato con el público contagian y de que manera.
Sonaron sus temas más representativos, como «Demolición» y los temas de su último LP «¡¡¡Viven!», como «Delincuente» o su tema más pop «Bli,blu,bla-Bla,Bla,Bla» y la coreada «Copa, raya, paliza».
Éxito de los Wau, con grandes alabanzas de aquellos que desconocían su propuesta y después de su concierto no era raro ver a gente con su vinilo en la mano recién adquirido.
La noche avanzaba y una vez encendida descolgamos de nuevo las tablas de las furgos para acometer nuevas olas.
Desde San Petersburgo hasta Alquezar, para practicar un estilo donde se entremezcla el surf, el terror y el psicobilly…así de extravagante sonaba la propuesta de Messer Chups.
Los rusos, ya unos expertos en las acometidas de todo tipo de olas y con una decena de discos a sus espaldas, no decepcionaron y consiguieron crear un ambiente único con su estética, sus audiovisuales y su música.
Dentro de la estética destaca su bajista y vocalista en algunos temas Zombie Girl, mezcla de heroína del comic, pin-up y chica rockabilly.
Los audiovisuales que les acompañan, encajan a la perfección con su música, retazos de películas de serie B, con terror y erotismo entremezclados colaboran para conseguir el ambiente que el grupo desea. Tal vez el único pero fue el tamaño de los mismos, aunque el propósito se cumplió con creces.
Musicalmente su surf, es un surf experimental, más bizarro, en el que desgranaron desde versiones de clásicos como «Pop Corn», hasta temas de su reciente disco como «Swamp Farming» donde se añade la voz femenina a los ritmos surf-fantasmales.
Tal vez el conjunto de todo ello es lo que hace que la banda se haya convertido en un grupo de culto internacional.
Cerraba la velada DJ Mr. Pendejo, el zaragozano considerado por Rockdelux como mejor DJ nacional de 2009, con su look habitual y camiseta de Mr. T, desató el baile en la gente que todavía llenaba el escenario. Su experimentación con el drum’n’bass sirvió de cierre para la velada surfera.
Así concluía la jornada musical del sábado, con éxito musical y de público, de la novena edición de la muestra artística rural. Permitiéndonos un símil futbolístico y como dicen los aficionados de cierto club, «¡A por la décima!»