Cuando tengas prisa vístete lento, despacio se hacen las cosas bien.
Cuanta más prisa tenemos, cuanto más estrés, más prioritario es aminorar el paso, desacelerar e incluso parar. El correr no te lleva a ningún sitio, únicamente a escapar de donde estás y como siempre estás contigo la mente trata de alejarte de ti, de tu sentir, llevándote a pensar compulsivamente, como un intento maquiavélico de alejarte del Ser.
Conectar con el Ser
Pero ¿cómo conectar con el Ser? Muy sencillo, estando en quietud, SOLO EN EL SILENCIO SE PUEDE ESCUCHAR BIEN.
Cuando estás en presencia, con los sentidos puestos en el aquí y ahora, se abre una nueva dimensión de conciencia que te susurra a través de pensamientos inspirados, adoptando la forma de intuición. Así que si tienes prisa en terminar una tarea; para y escucha.
Si estás agobiado por no saber qué decisión es mejor para ti; escucha en el silencio, este siempre ACABA hablando. Siente en tu cuerpo si lo que vas a decidir es bueno o equivocado para ti. Sentir es la clave y a menudo nos da tanto miedo…
El trabajo está en unir mente y corazón, para que trabajen al unísono y no por separado. Logremos que se den la mano, que sea el corazón el que dirija y marque el rumbo y la mente la que cree las estrategias y allane el camino.