El modo en que miramos las cosas, a menudo cambia las cosas que miramos… Todo comienza con un cambio de actitud. Si lo que vives no te gusta, deja de hacer las cosas del mismo modo. Ningún problema puede ser resuelto con la misma mente que lo creó. A veces es necesario parar en seco y contemplar el caos que gobierna nuestra vida, observar el pozo que hemos cavado con nuestros pensamientos, emociones y actitudes tóxicas. Podríamos decir que todo aquello que nos envenena el alma es tóxico. Por ello comienza a observar tu diálogo interno, aquella vocecita que parlotea sin cesar y te dice cosas como: no eres lo suficientemente buen@, ha sido tu culpa, nunca lo conseguirás, todo te sale mal…
Para poder cambiar, necesitamos ser conscientes de que necesitamos un cambio, por ello en este proceso es básica la auto observación que nos llevará a las progresivas tomas de consciencia. Así que obsérvate, siente el impacto que ejerce en ti cada pensamiento, cada palabra, cada acción y si no te hacen sentir bien mira las estrellas, siente como formas parte de algo mucho mayor, conéctate con tu grandeza y CAMBIA. Si te fallan las fuerzas o sientes que tú solo no puedes, RÍNDETE. Después, pide ayuda al Universo, a tu guía interna, a tu corazón… «Pide y se te dará» Aunque no lo creas la ayuda siempre llega, aunque no siempre sepamos verla.
Deja de victimizarte, sal de tu zona de confort, toma las riendas de la vida que te ha sido dada y construye con ella tu mejor obra de arte. Haz de ti tu mejor versión.