En la Antigüedad persas, griegos y sobre todo romanos eran muy aficionados a los dados. A estos últimos debemos, por cierto, los dados tal y como los conocemos: con las caras numeradas del uno al seis y, lo más importante, el hecho de que la suma de las dos caras opuestas sea siempre siete (5 / 2, 6 / 1, 3 / 4), y que según dicen se le ocurrió a Julio César. Al parecer, y como buen soldado, sí que era aficionado al juego. De hecho, su famosa expresión “Alea iacta (jacta) est” (que suele traducirse como “la suerte está echada”), y que se atribuye al biógrafo Suetonio (Vida de los doce Césares), significa, literalmente, “el dado está tirado”, pues alea (palabra con pronunciación esdrújula) significa eso, dado. La expresión ya estaba antes en autores griegos (ἀνέρριφθω κύβος, anérriphthō kýbos “que sea lanzado el dado”), como el comediógrafo Menandro y el historiador Plutarco.
Julio César, gran amante de la lengua griega, la conoció seguramente en alguno de los originales, y la pronunció en el año 49 a.C., en el momento en que se disponía a cruzar el río Rubicón en el norte de Italia, lugar que servía de frontera entre esta y la Galia Cisalpina, y que ningún general de vuelta a la capital podía cruzar con sus tropas, bajo pena capital, con lo que César desobedeció la orden, para enfrentarse en una guerra civil contra Pompeyo y el Senado de Roma. Actualmente se emplea para aludir a una decisión extrema que se asume, después de haberla meditado bastante, o cuando algo ya no tiene remedio o vuelta atrás.
Una curiosidad: Alea Jacta Est es también el título del tercer álbum de estudio de la banda asturiana de Heavy metal Warcry, fundada en 2002.
De alea proceden también palabras como aleatorio / -a, aleatoriedad, aleatori / -a, aleatorietat (Català), aléatoire (Francés).