La plantación de 500 olivos de la variedad Royeta de Asque no es muy habitual entre los agricultores del Somontano pero cobra interés en Mariano Lisa, vecino de Buera y alcalde del municipio de Santa María de Dulcis que ha optado por esta iniciativa. Es una variedad con pocos olivos, de buenas características agronómicas, el árbol es de porte medio y abierto, la aceituna pequeña y de color rojizo, solo se utiliza para la producción de aceite de calidad media.
Lisa es un “enamorado” del olivo, en general y entre quienes hacen todo lo posible por divulgar esta cultura, “plantar 500 olivos de esta variedad no es casual y un contraste hacerlo cuando los demás arrancan. Royeta de Asque procede de 300 olivos plantados en una finca, de ahí han salido los demás porque va en aumento ya que se considera una variedad interesante y tiene historia”
Se refiere a su “romanticismo con olivos” para justificar la decisión de plantar 500 olivos “mi padre me decía, siempre, que no arrancara las oliveras sino todo lo contrario, que las cuidara. A los 94 años, cuando falleció, tenía muy claro este concepto, toda su vida vio crecer los olivos y tienen que seguir. En ese sentido, apostamos por la continuidad y la aumentamos. El olivo forma parte de la historia, la cultura y la tradición del Somontano como uno de los elementos diferenciadores que no tienen otras zonas”.
La variedad Royeta de Asque fue una de las dos elegidas por empresarios de Grecia que compraron 40.000 plantas en “Viveros del Somontano” en Castillazuelo, en diciembre de 2010, para poblar grandes extensiones en la ciudad de Larissa, una de las trece periferias donde impera el cultivo del olivo a 40 km. del monte Olimpo. En aquella ocasión fue la primera vez que se exportaron desde los viveros de José Manuel González hasta un país donde el olivo es uno de los símbolos de la cultura helena.
Se adapta al cultivo súper intensivo, tipo viña con espaldera y olivos a dos metros como máximo. Entra muy pronto en producción, al segundo año ya tiene olivas, aguanta el frío muy bien, tiene mucha estabilidad y produce aceite en condiciones óptimas de consumo. En definitiva, la variedad que cita Félix de Azara por su interés, la misma que convenció a los griegos y al año siguiente a los jordanos, ha cautivado a Mariano Lisa para llevar a cabo esta plantación en Buera, tierra de olivos por excelencia.