Pilar Olivera, vecina del barrio del Entremuro, tiene 91 años y desde el lunes 21 de agosto tatararabuela de nuevo cuño y por tanto la matriarca de cinco generaciones vivas gracias al nacimiento de Ares Martínez Olivera, primer hijo de Alberto Martínez Torres y de Rocío Olivera Auré. El nacimiento fue en el Hospital de San Juan de Dios, en Barcelona.
En clave local, no es habitual la figura de una tatarabuela y tal vez sea, la excepción que confirma la regla. En el “escalafón” están Pili Auré (bisabuela), Ana Olivera (abuela) y Rocío Olivera (madre).
La tatarabuela ya ha tenido al pequeño Ares en sus brazos y en la distancia de los años ha recordado que también acunó a seis hijos, entre cuatro mujeres y dos varones, fruto de su matrimonio con Paco Auré (fallecido). “Es una gran historia familiar” señala Pili (bisabuela) “a mi madre le encanta y desea verlo muchas veces porque residen fuera de la ciudad pero son de casa”. El pequeño se ha incorporado a la rama de 15 nietos, ocho bisnietos y un tataranieto “mi madre está encantada y no se cansa de decir ¡qué bonico es!…ni de tenerlo.en sus brazos. Las emociones son ·”notables”.
De momento, a Pili Auré no le ha quedado tiempo de cantarle una jota pero “todo llegará” y tampoco sabe si pasará las próximas Fiestas en Barbastro ni si estará en las del Barrio del Entremuro, “estaría bien ¿eh? que llevara la pañoleta. Todo llegará”. La mayor parte de la familia Auré son residentes altoaragoneses muy vinculados a Barbastro. Es curioso pero el diccionario de la RAE solo define hasta tatarabuela (tercer abuelo) por lo que el nacimiento del pequeño Ares Martínez que “gracias a Dios goza de buena salud” ha sido una noticia social por inusual.
Por otra parte, ha contribuido a mejorar la tasa de natalidad en España que registra una de las más bajas de 2023 con menos de 900 bebés diarios según los datos del Instituto Aragonés de Estadística, la cifra más baja desde que hay datos por lo que está por debajo de la media mundial. En realidad, a la tatarabuela Pilar, la bisabuela Pili, la abuela Ana y a la madre Rocío no les interesan y al recién nacido Ares no le quitan el sueño.