El proyecto que afecta a terrenos del antiguo cuartel General Ricardos se replanteará para su posible ejecución en varias fases según la respuesta oral de José Luis Soro, Consejero de Ordenación del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón a la pregunta formulada por el diputado barbastrense Ángel Solana (PP) en la última sesión de control en las Cortes de Aragón. Se interesó por saber si el Gobierno de Aragón tiene intención de agilizar los trámites administrativos y económicos para iniciar la urbanización durante el año 2019.
En el transcurso del próximo julio se cumplirán diez años de las obras de demolición del cuartel del que solo queda el pabellón principal cedido al Ayuntamiento que no ha hecho uso en este tiempo. La demolición de las instalaciones militares se realizó trece años después del cierre por decisión del Ministerio de Defensa que aplicó el Plan Meta, extensivo a muchas instalaciones.
La empresa pública Suelo y Vivienda del Gobierno de Aragón es la propietaria de los terrenos y del Pabellón tras su adquisición a la Gerencia de Infraestructuras de Defensa y al Instituto de las Fuerzas Armadas por 4.473.273 euros, con cesión del 10% del aprovechamiento de suelo al Ayuntamiento. Los terrenos tienen una superficie de 181.932 metros y en convenio del 14 de octubre de 2008 se plantea una edificabilidad máxima del 70% en uso residencial y del 30% para uso terciario. Diez años más tarde de la demolición y nueve desde que se realizó la compraventa no se ha hecho nada en el solar.
Al mismo tiempo, se cumplen 100 años desde que la Junta Popular de Barbastro cedió los terrenos en 1919 para la construcción del cuartel cuyas obras finalizaron en 1928. Se inició en enero de 1921 con la colocación de la primera piedra del cuartel cuyo proyecto se redactó en 1919 en la Comandancia de Obras y Fortificación de la 5ª Región Militar. El primer Regimiento fue el 10º de Artillería Ligera, en Barbastro, que ocupó las dependencias distribuidas entre más de 40 edificios, cuadras, garajes, cocina, talleres, polvorín y otras.
A partir de entonces, pasaron el Regimiento de Infantería “Galicia número 19” (1931), Batallón de Montaña número 6 (1932-1936), Batallón de Montaña “Ciudad Rodrigo” (1936-1942), Agrupación de Cazadores de Montaña número 6 (1943-1951). Regimiento de Cazadores de Montaña número 6 (1951-1955), Batallón de Cazadores Motorizados Barbastro XVI (1955-1966), Regimiento de Infantería “Barbastro 43” (1966-1987) y RCZAM “Valladolid 65” (1997-1994).
En las instalaciones estuvo también la Compañía de Operaciones Especiales COE 52 entre los años 1968 a 1986 al frente del capitán Emilio Sanz, residente en Barbastro. El pabellón principal es la única referencia en el solar donde estuvo el cuartel cuya vida militar duró hasta el 28 de junio de 1996 cuando se arrió la bandera en presencia del, entonces, alcalde Rafael Fernández de Vega Arcarazo y de Julio López Guarch, último coronel al mando del Regimiento “Valladolid 65” en Barbastro.
La desaparición del cuartel llevó consigo las instalaciones deportivas de “Cantarigal” de vinculación estrecha con la historia del fútbol local, en general y de la UD Barbastro en particular porque allí jugó los primeros partidos hasta que se construyó el Campo del Frente de Juventudes, en la actual calle Saint Gaudens y alrededores. La demolición del cuartel llevó consigo la de pabellones donde vivieron muchas familias.
La demolición del cuartel marcó el final de una etapa con protagonismo importante en el siglo XX porque generó actividad económica en Barbastro entre los 600-800 militares -hasta mil- que residieron en la ciudad. La pérdida se sumó a la lista del ferrocarril y de la Campsa, entre otras amparadas por la nostalgia.