La UD Barbastro de Josete Tomás ha vencido al Calamocha por un 1-0 gracias al tanto de Héctor Otín. El club rojiblanco, consciente de la importancia de este encuentro, invitó a un total de 600 niños de los diferentes colegios de la ciudad para arropar al equipo a lo largo de la semana. Finalmente, alrededor de 400 aficionados llegaron al Municipal de los Deportes durante la tarde de este pasado domingo. Como resultado, los barbastrenses terminaron sumando tres puntos de vital importancia, encauzando dos victorias seguidas y saltando a la 9ª posición de la categoría.
La tarde estuvo marcada por la amenaza de la lluvia. Durante las horas previas del partido, unas nubes grisáceas taparon la localidad de Barbastro por completo. Sin embargo, la afición local fue fiel y subió hasta el estadio para animar a su equipo. Pese a todo, el ambiente era distinto, pues los de Josete llegaban tras vencer a uno de los cocos de la categoría y era sabido que una gran cantidad de niños ocuparían su asiento en el Municipal por primera vez en su vida.
Una vez que el reloj apuntó a las 16:30 horas, el colegiado pitó el inicio del encuentro. El Calamocha comenzó dominando en cuanto a posesión, desplegando un juego elegante, pero no del todo efectivo. Tanto fueasí que la primera ocasión del Barbastro no tardó en llegar. En el minuto 10, los jugadores del locales supieron aprovechar un desajuste defensivo de los de visitantes. Acto seguido, Rafinha terminó quedándose solo con el balón en el punto de penalti. El delantero disparó, pero Monforte, rápido de reflejos, estuvo ágil para desviar el esférico.
Pese a todo, el Municipal no tuvo que esperar demasiado para ver goles. En el minuto 18, llegaría el primer y único tanto rojiblanco. El Barbastro sacaba desde la banda derecha y el esférico recaló sobre las botas de Héctor Otín. El jugador, teniendo de cara la portería, empaló el balón con potencia. El disparo salió mordido, primero dio en el suelo, pero el rebote hizo que la pelota terminase en la escuadra, donde el guardameta visitante no pudo llegar. Como consecuencia, tanto los jugadores, como los aficionados, estallaron de júbilo.
Una leve lluvia comenzó a hacer presencia en el estadio y las decenas de espectadores terminaron resguardándose bajo el techo de la grada. Consecuentemente, la afición rojiblanca se hizo oír en cada acción polémica del encuentro. Unos instantes antes del descanso, Manau, del Calamocha, pudo poner el empate gracias a un cabezazo tras una falta. Sin embargo, el remate salió alto. Poco más paso sobre el césped hasta que finalmente el árbitro pitó el descanso. Barbastro y Calamocha enfilaron el túnel de vestuarios con un 1-0 en el luminoso.
Pasados los 15 minutos protocolarios, ambos conjuntos volvieron al terreno de juego. Ante la situación de ir perdiendo, los de Sergio Lagunas decidieron arriesgar más, en busca de un tanto que hiciera bueno el resultado. Para ello, los visitantes comenzaron a lanzar balones en largo con el objetivo de conectar con alguno de sus atacantes. No obstante, el buen papel defensivo de los rojiblancos despejó toda posibilidad de empate. De la misma manera, los de Josete trataron de sacar oro de cada una de sus jugadas, moviendo el balón con temple y cabeza.
Finalmente, ante la incapacidad del Calamocha a la hora de inquietar al Barbastro, el partido terminó con un 1-0 en el marcador. Este resultado no es una simple victoria para los locales, sino que supone toda una inyección de moral para el equipo, el cual ha logrado atar dos victorias seguidas y escalar varios puestos en la clasificación. De esta manera, las decenas de aficionados reunidos en el Municipal abandonaron las instalaciones, pero no como de costumbre, pues eran conocedores de que algo positivo se estaba gestando dentro del equipo.
Ficha técnica
Resultado: Barbastro 1 – 0 Calamocha
Goles: Héctor Otín (18′).
Alineaciones:
- UD Barbastro: Lite; Limbeck, Franki, Elbaile, Pablo López; Arnedillo, Conte, Abizanda, Otín; Rafinha y Perso.
- CF Calamocha: Monforte; Lou, Delafuente, Sánchez, Manau; Lafita Motero, Albajara, Ros, Muguruza; y Lanzuela.