A comienzos de año las máquinas entrarán a derribar el antiguo colegio Pedro I para levantar sobre sus escombros la ampliación del centro de salud de Barbastro.
Instituto Laboral de Barbastro
La decisión ya fue adoptada por el anterior equipo de gobierno municipal, presidido por el socialista Antonio Cosculluela, quien cedió los terrenos al Gobierno de Aragón para que llevara a cabo la ampliación de uno de los más antiguos centros de salud, y el actual equipo del PP – Ciudadanos ha mantenido la oferta. Sobre su suelo, el Salud planea construir el que denominan el centro de salud más moderno de Aragón que reúna a todas las especialidades que actualmente se prestan en locales alquilados.
A pesar de tratarse de un edificio histórico no ha habido pronunciamientos públicos en su defensa. Ni el Centro de Estudios del Somontano -otora garante del patrimonio de la ciudad- ni ningún partido ha alzado la voz en su defensa. La única defensa pública de un edificio construido durante la II República ha partido de los historiadores Luis Alfonso Arcarazo y Pilar Lorén en RONDA SOMONTANO, sin eco en las administraciones públicas.
El antiguo Colegio Pedro I
Fue en sus orígenes Instituto de 2ª Enseñanza -una extensión del ‘Ramón y Cajal de Huesca’, parvulario durante los primeros años de la posguerra y a partir de 1950 Instituto de Enseñanza Media y Profesional y ya en la democracia Colegio de Educación Infantil y Primaria. Tras la construcción del nuevo colegio, sus instalaciones han acogido clases de idiomas, de música, de tenis, o sesiones de bailes los fines de semana por la asociación Hermanos Argensola. Y durante la pandemia sus dependencias fueron el vacunódromo. En su patio de recreo aparcan hoy las ambulancias del 061.
Centro de Salud
Su cercanía con el Centro de Salud ha sido su condena. Su suerte está echada. Algunos vecinos se lamentan de la pérdida de un patrimonio histórico, uno de tantos otros que desgraciadamente la ciudad del Vero ha visto desplomarse a beneficio del ladrillo caravista.
Los últimos en quejarse han sido el grupo de ex alumnos de la promoción de 1962-63 – 1969-70 que el pasado 24 se reunieron en las escalinatas de entrada y también en las del interior para fotografiarse y guardar recuerdo del que fue su añorado instituto. Uno de los promotores del encuentro Miguel Ángel San Román cuenta que “el sentir general es que nos parece mal que se derribe.
Es verdad que no es aprovechable para centro de salud, pero algún que otro uso se le podría haber dado. Cuando esto se derrumbe se irán muchos recuerdos, aquí estaban las mejores mesas de laboratorio que yo he visto y un antiguo esqueleto que según la leyenda correspondía a una antigua profesora”.
De Salas Altas se desplazó Ricardo Subías: “Yo estudié con todos estos de niños que están aquí”, comentaba. “Entonces tenías que hacer cinco años de bachiller normal y dos del superior. A la mayoría de ellos no los había vuelto a ver desde que nos fuimos del instituto”, cuenta.
Miguel Ángel Fierro, otro de los impulsores del reencuentro, y delineante de profesión, lamenta la desaparición del inmueble: “Por mí no lo tiraría, pero para lo que van a hacer es necesario. Rehabilitar este edificio a la cota que está es mejor tirarlo. Si no hubiéramos remodelado cosas estaríamos como los romanos y tampoco es eso, hay que ir avanzando”, comenta.
Lo que sí que conserva son “buenos recuerdos” y se emociona por la respuesta de la convocatoria de los ex alumnos: “Sólo han faltado dos compañeros por enfermedad. Han venido gente de Barcelona, de Zaragoza, de Vic, … Si el bachiller que hicimos se modificara un poco sería más aprovechable que el actual porque aquí aprendíamos de agricultura, de ganadería, de carpintería y mecánica, nos enseñaban a hacer chorizos, a diferencia si una vaca era de carne o de leche, conocíamos las características de las gallinas y aprendíamos integrales”. El encuentro de estos ex alumnos continuó con una visita a la bodega ENATE y una sesión de catas y una comida donde se recordaron anécdotas de juventud.
Adjudicadas las obras
La mesa de contratación del Gobierno de Aragón ha adjudicado las obras de reforma y ampliación del centro de salud por un importe de 8.394.131,92 euros, IVA incluido. La empresa adjudicataria es la UTE Barbastro Rubio Morte-Orbe-Incliza. Las obras de reforma y ampliación comenzarán en enero y se desarrollarán en tres anualidades: 200.000 euros en el presente ejercicio, 4,5 millones de euros en 2023 y 3,9 millones en 2024, año en que está previsto que finalicen las obras, que tienen un plazo de ejecución de 24 meses.
Por su parte el Ayuntamiento en la última sesión plenaria del mes aprobaba el estudio de detalle una vez recibidos todos los informes favorables de las administraciones competentes tras la exposición pública concederá la licencia de obras.
Oncólogos en el Hospital
El Servicio de Oncología del Hospital de Barbastro ha recuperado su plantilla de tres facultativos tras resolverse la Oferta Pública de Empleo. La falta de especialistas motivó una histórica concentración el 2 de noviembre a la que acudieron cientos de usuarios.