Estamos en un tiempo de cambio a nivel planetario, nos encontramos en pleno proceso de ascensión en el que la energía entrante nos empuja a subir la vibración. Por ello se intensifican nuestras emociones, nuestras pautas de comportamiento disfuncionales, nuestros programas , miedos y todo aquello que necesita ser mirado, atendido y sanado.
Muchas personas se sienten perdidas, desorientadas, hundidas… Se han perdido en el proceso, en el laberinto trazado por los juegos de la mente a quien le encanta resistirse a lo que es, juzgar lo que vive, proyectarse constantemente hacia el futuro o quedarse en la añoranza del pasado, perdiendo el valioso aprendizaje que proporciona el momento presente.
Te invito a encontrar la salida de este laberinto que tanto te hace sufrir adentrándote en tu interior y haciéndote la siguiente pregunta: ¿PARA QUÉ ESTOY VIVIENDO ESTO? Toda situación encierra un aprendizaje para tu propia evolución y crecimiento. Observa tus pensamientos, tus emociones, tus juicios basados en las creencias que adquiriste en tu infancia, siente tu cuerpo y observa qué capas de dolor se desprenden de tu cuerpo emocional, puedes sentir dolor físico, ansiedad e incluso estados pasajeros de pánico.
Si estás experimentando esto simplemente respira, coloca el foco en ti, se tu yo observador y no trates de evitar sentir lo que sientes, pregúntate: ¿con qué me conecta esto que estoy sintiendo? La respuesta llegará intuitivamente y aunque no llegue automáticamente todo ese malestar desaparecerá porque lo has disuelto con el poder de tu presencia. ¡Enhorabuena! Te has desprendido de una capa más, estás experimentando tu propia metamorfosis. El proceso no es fácil pero es profundamente transformador y merece y la pena vivirlo. Es en la soledad y en el contacto con la propia oscuridad cuando la oruga logra convertirse en mariposa.