Algunos lectores de Ronda Somontano y oyentes de Radio Somontano sabéis que me dedico al cante, vamos que soy cantante. Otros lo acabáis de descubrir. Hace ya años que voy por los escenarios y aparte de grupos propios y composiciones, hay una parte de este arte que la dedico a un trabajo específico, ser cantante de orquesta. Con todo esto, después de la acogida del primer reportaje sobre un científico, propuse a la redacción de este medio un reportaje sobre un grupo orquesta de la ciudad del Vero, en el que yo formo parte desde hace cuatro años. Eclipse Musical Barbastro es un grupo-orquesta que nació en esta ciudad y que nos acerca con su testimonio la vida y el “back stage” de las orquestas que van a tus fiestas, a tu pueblo, a tu barrio. Desde el pasado 14 de agosto, han sido seis fechas en dos semanas, trabajando cuando los demás están de celebración, y además de muchas horas juntos y kilómetros recorridos, conseguimos unas palabras para conocer mejor este arte y trabajo a la vez. Eclipse Musical Barbastro lo formamos Daniel Ribera.; Genny; Alba; Juan Carlos, Daniel Parras. y Sara en el escenario y José A., Sergio y José M. en el equipo de montadores.
Comenzamos hablando con Daniel Ribera, el propietario y líder de la orquesta. Me cuenta que siempre ha tenido el gusanillo por la música ya que su padre Daniel Ribera es músico e iba con la orquesta Cuarta Dimensión de pueblo en pueblo, eran otros tiempos. La afición estaba ahí, comenzó a cantar, para él es una manera de expresarse. “Por eso me gusta, es una parte de mí que siempre quiero sacar fuera”. Comenzó creando el dúo Albera y luego creció en forma de grupo-orquesta. Hace unos años, con unos amigos, como él quiere referirse a sus músicos, decidió crear un grupo. Preguntó a Daniel Parras, Sara y Genny, todos se apuntaron al proyecto y desde ese momento comenzó Eclipse Musical a trabajar.
Está claro que la orquesta tiene dos aspectos diferenciados, uno de ellos y totalmente indispensable es el técnico. Lograr estos efectos visuales con las luces y el sonido perfecto no es fácil. Daniel Ribera comenta que el equipo que llevan cuesta de montar cuatro horas. Que hay movimiento de focos, toda la tecnología led, cabezas móviles, la pantalla led de unos quince metros cuadrados… El sonido también lo va renovando según la calidad que necesita, siempre innovando, mejorando.
Haciendo números estamos. Si hay que montar durante cuatro horas, una vez has llegado al lugar, y luego hay una sesión de tarde en el pueblo de una hora y media, más la de noche de unas cuatro horas, y luego desmontar otras cuatro horas y volver a casa… Al final nos sale una cuenta de entre quince y diecisiete horas de trabajo en cada actuación. Evidentemente el trabajo se reparte entre el equipo de montadores y los artistas.
Daniel Ribera sigue contestando a mis preguntas y claro, muy importante es su valoración sobre su equipo humano, sus compañeros. “Tengo mucha suerte en ese aspecto, somos todos amigos”. Todo esto se palpa luego en el escenario, se nota el buen rollo entre todos. Según Daniel, si esto no funcionara, la actuación no saldría bien. Se siente afortunado porque son un grupo de amigos haciendo lo que más les gusta.
Preguntamos por el repertorio. La primera parte del concierto típico de una noche de fiesta es la parte denominada “pachanga”. La más bailable con géneros variados como cumbia, pasodoble, merengue, ranchera… La segunda parte está ya más dedicada al pop y al rock. Con temas de todos los tiempos y algunas novedades del verano en el que estamos, siempre hay que estar atentos a las modas.
Aprovechamos que está Daniel Parras, guitarrista de la orquesta, cerca y le preguntamos por cómo se puede preparar semejante repertorio. Lo que nos deja claro es que sin ensayos no se podría hacer todo el trabajo que genera más de doscientas canciones. Luego en cada actuación se mejoran las canciones, porque es en el directo cuando se ve lo que funciona y lo que no. Lo que sí se nota por ejemplo en una orquesta, a diferencia de un concierto en un grupo de rock o heavy, es que hay que tocar mucho más rato, pero no es pesado dice, porque como vas cambiando los estilos, se hace ameno.
En otro momento de estos conciertos, hablamos con las compañeras vocalistas, Genny y Alba y nos contaron cómo comenzaron ellas con las orquestas. Genny dice que es su vida, que su hábitat es el escenario y comenzó desde pequeña, siempre cantando; la oportunidad le vino cuando alguien le escuchó cantar; primero en un grupo de rock, luego en sala de fiestas y hasta aquí. Alba también desde pequeña cantaba y hace poco le dieron la oportunidad de probar para entrar en orquestas. Ante la pregunta de cómo es su trabajo, el de las cantantes en la orquesta, las dos están de acuerdo en que es más duro de lo que la gente puede ver o creer. Lo primero quitarse la vergüenza y los nervios. Además hay que ensayar muchas canciones, muchas horas hay detrás en el local “machacando” las canciones y los bailes. “Cantar y bailar es súper difícil” nos dicen. Además de aprenderse las letras. Confiesan que llevan las letras cerca siempre porque les hace sentir más seguras. Les preguntamos por el público. ¿Qué pasa cuando hay un público que no se mueve mucho? Desde arriba se nota mucho si la gente no baila y se ve muchas cosas, pero Genny por ejemplo dice que ella entiende que hay gente que va a las fiestas que no baila pero no quiere decir que no les guste el concierto, ella misma lo hace. Cuesta mucho más tirar adelante en una actuación con un público más frío, pero en cambio cuando bailan y aplauden mucho, el tiempo pasa volando y se disfruta más. Les preguntamos por el tema de compaginar la vida de diario con estos fines de semanas enteros trabajando con la orquesta; nos confiesa Alba “mi vida es un descontrol”, debido al cambio de horario, de madrugar mucho a acostarse por la mañana…
Algunos compañeros tienen fiesta en su otro trabajo para poder compaginar estos días de agosto en los que se trabaja tan seguido. Porque aunque esto sea una profesión y un trabajo, todos los componentes de Eclipse tienen otro trabajo.
Lo peor no es la falta de horas de sueño, para ellas lo peor es la carretera; además algunas son secundarias y hay puertos de montaña que hay que pasar. Respecto a sus compañeros me dicen que están muy contentas, que han tenido mucha suerte de estar tan bien avenidos, que en el mundo de la música no siempre se consigue esto. Esto se nota arriba, en el escenario, se ayudan entre ellos, y se sienten arropadas. Les comento que cómo hacen para lucir el vestuario. La verdad que en un grupo-orquesta como Eclipse Musical, las chicas se buscan sus propios trajes y cada una es distinta, y es más complicado unificar criterios, pero lo hacen lo mejor que pueden y no les gusta repetir mucho, aunque vayan de pueblo en pueblo, les gusta ir cambiando el modelito e ir conjuntadas, no iguales, pero sí parecidas. En cuanto al repertorio, Genny prefiere siempre las baladas, y Alba las cumbias. De todo tiene que haber está claro.
Y después de estos seis conciertos con mis compañeros de Eclipse Musical, ya en el reposo, logro sacarle unas palabras a Juan Carlos, teclista y vocalista; el músico con más conciertos a sus espaldas; que ha tocado en varias orquestas, incluida la Cuarta Dimensión, en su última etapa. Él me cuenta que esto de la música es adictivo, poco le costó a Ribera convencerle de que se uniera a este proyecto, después de su primer ensayo con estos compañeros a los que definió como “cautivadores” y de volver a probar el veneno de los “bolos”, se ha quedado enganchado otra vez a esta vida de orquesta. Desde que él comenzó han cambiado muchas cosas, desde la publicidad impresa en forma de póster de los conjuntos, hasta la música que se interpreta. Para él el repertorio ha cambiado mucho; sólo se puede decir que se mantienen las tradicionales como El Chocolatero y luego la canción del verano que toque. Juan Carlos quiere sobretodo también que reconozcamos el trabajo de sus compañeros montadores, sin ellos los músicos no podríamos hacer el nuestro.
La última pregunta que me dejé para todos los compañeros y me incluí luego yo misma, es ¿Cuál es tu momento favorito del bolo (concierto)? Daniel Ribera nos dijo que su momento es cuando durante la actuación alguno de los compañeros hace alguna broma y los demás se ríen, manteniendo la compostura, pero que todos los componentes saben de qué va ese guiño, esa broma. Para Daniel Parras, el guitarrista, su momento favorito es cuando conectas con el público, cuando hay esos temas que se funde la gente de abajo del escenario con la gente de arriba. Genny dice que su momento favorito es cuando siente los nervios al iniciar cada concierto, el salir al escenario. Alba elige el momento de satisfacción cuando le sale bien el trabajo. Para Juan Carlos su momento favorito todavía tiene que llegar, es una evolución constante hasta ese momento, pero sí recalca que lo que valora más es poder disfrutar con todos sus compañeros, ya que en algún momento de su vida ha estado sobre escenarios con gente con la que no se podía trabajar por motivos varios y se pasa mal, así que cuando todos son buena gente y buenos compañeros lo disfruta de verdad. Para mí, Sara, también vocalista en Eclipse Musical, hay dos momentos mágicos, el primero la conexión con mis músicos y compañeras, encima del escenario, tan sólo un gesto o una mirada y ya está la comunicación hecha; y por supuesto la conexión con el público como dice mi compañero, el momento en el que sabes que decir un “arriba” hará que tiemble la plaza y el momento en el que sabes que están deseando que les acerques el micrófono para cantar contigo.
Desde luego que han sido dos semanas de mucho trabajo, de muchas horas sobre tacones, con pies doloridos, con cansancio, mezcla de sudor y maquillaje, nervios y risas; días de muchos kilómetros, La Puebla de Castro, Castelflorite, Gistaín, Barbastro, Laspaúles… Pero también de mucha amistad, cenas, anécdotas que no se pueden contar fuera del grupo, y sobretodo música. En varios días, ves gente distinta, y tienes que adaptarte a diferentes escenarios, distintos lugares donde cambiarte, algunos más adecuados, otros improvisados. Pero siempre hay gente acogedora y lugares donde las cenas con todo el grupo se convierten en reunión de amigos. Con este sencillo reportaje he intentado acercaros lo que es el trabajo y el mundo de las orquestas.