Organizada por la Asociación el Licinar en colaboración con el Ayuntamiento del pueblo y la Biblioteca Verde, esta jornada enlaza con las otras tres replantaciones que hizo El Licinar los pasados años en el pueblo de Peraltilla donde tiene su sede.
Los participantes, unas 50 personas de todas las edades, gozaron de un día soleado de otoño en el que se plantaron en el entorno de la ermita la Bella, al lado del antiguo aljibe, un centenar de carrascas.
En la jornada se contó con la participación de Concha Ruiz, socia de El Licinar y
monitora medioambiental encargada de dinamizar la red de Bibliotecas Verdes de la Comarca del Somontano, que explicó, con la colaboración de los niños y niñas que acudieron, la importancia del arbolado en nuestro entorno. El papel fundamental que desempeña el bosque en la naturaleza con todo lo que le aporta, la producción de oxígeno, evitar la erosión del suelo o la retención de la humedad, así como el aporte de nutrientes a la tierra o el favorecer un hábitat para la fauna. También se resaltó todo lo que proporciona al ser humano: fuente de madera, frutos y setas o simplemente el ocio de dar un paseo entre los árboles.
Asistió gente tanto del pueblo como venidas de otras partes del Somontano (Peraltilla, Fornillos, Ponzano, Colungo, Barbastro…) e incluso de la Hoya de Huesca.
Durante la mañana el Ayuntamiento invitó a un almuerzo para recuperar las fuerzas en la labor de cavar para acondicionar a los arbolitos en su nuevo asentamiento y la jornada terminó con la visita a la ermita la Bella, guiada por Leticia Alfós, encargada de la Biblioteca Verde del pueblo, y con una comida compartida en el mismo lugar. Una actividad completa que hizo recordar los trabajos de antaño durante las comunas en las cuales se compartían momentos de labor y de convivencia.