Los desprendimientos provocados por las intensas lluvias acaecidas el pasado 10 de mayo en la sierra de Guara, y que dejaron 110 m2 de agua en el municipios de Bierge, han llevado al Ayuntamiento de la localidad del Somontano a cerrar uno de los accesos a su popular Salto, en una de las orillas de la presa hidroeléctrica del río Alcanadre. Aquel domingo hubo varios desprendimientos en la carretera autonómica pero también en una de las laderas del Salto de Bierge. A pesar de ser una zona de roca arenisca y existir el riesgo de nuevos derrumbes, la imprudencia de algunos bañistas no tiene límite. Algunos de los visitantes este domingo al Salto de Bierge han optado por ubicar sus toallas y sus cestas con bebida y comida justo en esa zona, según advirtieron ayer fuentes municipales. Es por ello que el alcalde, que estuvo visitando el Salto de Bierge, junto con efectivos de la Guardia Civil, haya decidido proceder al vallado este lunes de esa entrada, “no oficial” a este popular baño.

Así las cosas, todo aquel que quiera bañarse en el Salto de Bierge deberá entrar por la entrada a esta infraestructura, vallada y con un torno y una caseta de venta de tickets, construida con motivo de la regulación del acceso al río. Este acceso de momento es gratuito hasta que comience la temporada de baños. La temporada comenzó el año pasado el 15 de junio pero el Ayuntamiento está a la espera de conocer el protocolo del Gobierno de Aragón para estas zonas de baño. Así que según informaba esta semana el alcalde César Sánchez, la apertura se podría retrasar al 1 de julio, coincidiendo con la temporada en piscinas.

La presencia de bañistas ha sido muy notable este domingo. Alrededor de 150 personas, entre las cuales se encontraban grupos de jóvenes, en torno a una veintena, superando la normativa de las reuniones de quince personas que marca la Fase II, familias con niños, y bañistas con perros, algunos sueltos, lo que contraviene también otra normativa del Salto de Bierge (los perros pueden acceder pero siempre deben ir sujetos con correas a sus dueños). Además también se han producido este fin de semana saltos desde el borde de la presa, una práctica prohibida desde su regulación hace tres años.
Una cabra flotando
La presencia de la Guardia Civil en el Salto de Bierge estuvo motivada por la presencia del cadáver de una cabra flotando sobre el Alcanadre. Al parecer el animal quedó aislada en un arbusto por las lluvias de hace veinte días, y allí murió. El animal cayó al río y fue flotando aguas debajo de la presa. Algunos bañistas tras ver a la cabra muerta en mitad del río avisaron a la Guardia Civil pero cuando ésta llegó, el cadáver ya había pasado el puente de Bierge.