¿En qué casos no aplica la cobertura de daños propios?
Como en todos los productos ofrecidos por las aseguradoras, los seguros cuentan con garantías diferentes dependiendo de la compañía de seguros, algunas hacen más atractivos los seguros agregando garantías extras. Por lo cual definir en qué no aplica la cobertura de daños propios es complicado, pero las circunstancias en las que no aplicaría por norma general serían:
Que el conductor tenga un siniestro bajo los efectos de alcohol o drogas.
Los daños por elementos o efectos de la naturaleza, a excepción del granizo, por ejemplo, inundaciones, terremotos, actos terroristas, etc.
¿En qué debes fijarte al contratar la cobertura de daños propios?
Hay algunas coberturas que son optativas como la de los accesorios que no son de serie.
Las averías tampoco estarán cubiertas, solo si fueren consecuencia de un siniestro.
¿Qué abarca la cobertura de daños propios?
- Todas las reparaciones y servicios para el automóvil, después de sufrir un siniestro, cuando el asegurado sea el responsable del mismo.
- Si el coche duerme en la calle o si durante el día está aparcado en la calle, es imprescindible contar con la cobertura de daños propios, para garantizar cualquier siniestro causado por un tercero no identificado.
- Si el coche es nuevo o seminuevo, por lo general las reparaciones tienen un alto coste, estaría cubierto siempre y cuando el desperfecto sea a causa de un siniestro, o acto vandálico.
¿Qué hacer si el coche es declarado siniestro total?
Siniestro total es cuando los daños que ha tenido el coche son más costosos de reparar que el valor del mismo coche. La indemnización dependerá de las condiciones que el asegurado ha firmado en el contrato y se llevará a cabo siempre que el conductor sea el responsable del siniestro. El asegurado deberá conocer estas condiciones desde el inicio de la contratación. La indemnización puede estar basada sobre los siguientes valores:
- Valor de nuevo. En este caso, dependiendo de lo establecido por la compañía aseguradora y lo pactado en la póliza, la indemnización es igual al valor de nuevo que por lo regular se considera durante los primeros dos años.
- Valor de mercado o reposición. Es la valoración de compra del vehículo, antes del siniestro, por lo que influyen factores como estado del vehículo, kilometraje, y los extras.
- Valor venal. Es el valor de venta del vehículo antes del siniestro y se calcula sobre la fecha de la matriculación y antigüedad del vehículo.
- Valor venal mejorado. Es el valor de venta, más un porcentaje previamente establecido en la póliza.
Lo importante en cualquier caso es la prevención, tanto en la responsabilidad al conducir, como en el cuidado del vehículo. Para evitar su depreciación, hay factores que influyen drásticamente y otros que se pueden prever, por ejemplo:
- El buen mantenimiento, sus revisiones periódicas al corriente, que todas sus luces funcionen, los neumáticos en buenas condiciones, las alfombrillas, los retrovisores, etc.
- El equipamiento en buen estado y mejor si es de serie.
- La pintura es otro factor importante, por lo que es necesario darle un buen mantenimiento y protegerla, el color es un aliciente para una mejor valoración.
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Hay otros factores que devalúan el vehículo de manera incontenible como por ejemplo:
- Sólo por salir del concesionario ya tiene un buen porcentaje de depreciación.
- El kilometraje, que dependerá del uso que se le dé al vehículo.
- La popularidad, según van saliendo nuevos modelos y diseños.
- La antigüedad, conforme pasan los años, más valor pierde. Se calcula que un automóvil de 6 años de antigüedad ya ha perdido un 60% de su precio inicial, aunque esté muy bien conservado.
¿Qué pasa si lo declaran siniestro total a la mitad del período del contrato de seguro?
Aunque el coche quede inservible, la compañía no te exime del pago total de la prima, ya que esta es anual e indivisible.
Algunas aseguradoras pueden aplicar una suspensión de garantías, para aplicar la prima del seguro no consumida, aunque no están obligadas a hacerlo.
En el caso de que el siniestro suceda antes de un mes del término del contrato de seguro, el asegurado estaría fuera de plazo para dar de baja el seguro. Por lo que será apremiante dar de baja el vehículo y notificarlo cuanto antes a la compañía, aunque esté fuera de plazo.
Otro dato relevante es que la compañía aseguradora restará de la indemnización por el siniestro, el importe correspondiente a lo que se conoce como “los restos”, que es el valor del peso de la chatarra del automóvil, importe que recuperas cuando llevas el vehículo al desguace, que también conlleva otro papeleo y que supone tiempo que es apremiante para dar de baja lo antes posible el vehículo, en el caso de estar fuera de plazo del seguro.