El montañero y aventurero barbastrense Javier Subías completó en la jornada del sábado la última etapa de la exigente, dura y problemática Jungle Marathon por la Selva del Amazonas de Brasil. El aventurero de Montañeros de Aragón Barbastro ha recorrido con éxito, pero con algunos problemas sobre todo achacados a la pésima organización de la prueba como han denunciado desde su entorno más cercano, los 227 kilómetros divididos en 5 etapas.
La prueba de resistencia física, mental y de autosuficiencia se iniciaba el domingo con una etapa de 21 kilómetros con el calor extremo como tónica durante toda la prueba. Además del calor, los corredores tuvieron que atravesar una ciénaga, evitar una anaconda, y ascender unas colinas ‘rompe piernas’.
La segunda etapa tuvo una orografía más plana pero el cansancio de la primera etapa y el hecho de dormir al raso hicieron mella en el cansancio de Subías. La prueba comenzaba con un río que hubo que cruzar a nado, con el peligro de caimanes y rayas de picaduras eléctricas. A pesar de recorrer todo el camino húmedo, Subías llegaba en perfectas condiciones al ecuador de la competición.
La tercera etapa fue muy dura para todos los maratonianos que tuvieron que soportar una torrencial lluvia y algunos se toparon con panteras cerca de la meta.
La cuarta etapa, de 37 kilómetros, era la última para los participantes que realizaban la marcha corta, no así para el barbastrense que estuvo arropado durante toda la carrera con un aventurero vasco con el que coincidió en el Marathon de Sables y constituían los únicos españoles en competición. Ambos iniciaron la quinta y última etapa, de 105 kilómetros, entre los cinco primeros clasificados, por detrás de dos brasileños y un escocés, obteniendo así la medalla como ‘finisher’.
La mala organización de la carrera hizo aplazar una etapa, pero Subías se empeño en querer recorrer los 37 kilómetros que fueron omitidos por la organización. El barbastrense realizó este tramo en solitario, ya que como recordó a los organizadores su intención era disfrutar de la prueba y no competir en busca de uno de los primeros puestos. En la jornada del sábado, completaba los 37 kilómetros en siete horas recibiendo una gran ovación del público, participantes y organizadores. Fue el broche de oro a una apasionante pero accidentada carrera . En su blog, Subías relataba a modo de conclusión: «Sables es un mero entreno para esta carrera. En la selva no todo te quiere comer, también te quiere hacer tropezar, agarrar, trinchar, cortar y arañar. Me ha gustado».
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