Narrativa, poesía, periodismo, biografías y ensayos son el denominador común en la trayectoria de Antón Castro, autor de cincuenta libros, que ayer eligió el espacio cultural de Librería Ibor para conversar, en público, con Ana Mur, Toni Buil y Antonio Lachós sobre obras de edición reciente “Diálogos en cautividad” (Pregunta) y “Los seres imposibles” (Prensas de la Universidad de Zaragoza).
En opinión del autor acreditado con el Premio Nacional de Periodismo Cultural en 2013, “los libros no solo comparten autor, ambos están unidos por el periodismo. Diálogos en cautividad son veinte entrevistas con gente del mundo de la cultura realizadas en 2020 durante la pandemia de coronavirus. Los seres imposibles es un bestiario que publiqué en 1998, por primera vez, y ahora he añadido doce cuentos nuevos que tienen la mirada propia del cronista a quien le cuentan cosas y aprovecha para convertirlas en ficción. De alguna manera, creo que están bastante conectados”.
En la misma línea explica, “las entrevistas publicadas son como una novela de la pandemia, de la soledad, de la esperanza, del miedo, así me lo han comentado quienes han leído el libro”.
Al hilo del mismo título opina que
“vivimos un momento muy complicado donde parece que se vuelve a formas de censura, miedos… por otra parte, vemos que estas gripes terribles nos envían, un poco, a nuevas formas de cautividad y de prudencia”.
Además, “hay otro fenómeno curioso y no le hemos dado la importancia que tiene, son las enfermedades mentales, incluso en política. No sé por qué razón, de todo lo que hemos conseguido en España, de la luz que hemos vivido en la transición a la democracia, a veces tengo la sensación de que hay algo oscuro que se nos impone y parece que sentimos nostalgia de lo que hemos superado, que han supuesto avances sociales y conquistas en la libertad individual y colectiva, y eso me produce tristeza”.
En este sentido, “no hablamos de ideologías ni de bandos, sino de ceguera, obsesión, falta de creer en el ser humano que evoluciona, positivamente, en el tiempo. Hay alguien a quien le molestan los avances, las conquistas. La democracia ha servido para el reencuentro, ha sido un camino colectivo hacia la luz, la claridad, la libertad y el sueño. Tenemos como una necesidad obsesiva de dar tres pasos atrás para ver si ganamos uno más no sabemos hacia dónde ni para qué. Hay que avanzar con respeto y con determinación y nobleza, poniendo al ser humano en el centro”.
Los lectores que opten por los últimos libros de Antón Castro se quedarán con sensaciones diferentes, “Diálogos en cautividad con la conciencia de que pueden pasar situaciones de este tipo y en momentos complicados no sale como una fuerza telúrica enorme para salir adelante. Es un libro sobre muchos creadores, como aman, sienten la soledad y la importancia de la familia y de la cultura, que ha sido uno de los bastiones fundamentales de la pandemia. De repente vimos que teníamos muchos asideros y que internet había hecho posible llegar a muchos rincones en todos los campos: la investigación, la historia, la música, la literatura, el cine, la danza, la fotografía, las artes plásticas”.
En cambio, “Los seres imposibles es un gran homenaje a todo Aragón en el que Huesca está presente, también Barbastro, Graus, Ordesa y el mundo del Pirineo. En este libro (inmerso en una tradición múltiple: Borges, Perucho, Cunqueiro, Kafka, pero también aragoneses como Severino Pallaruelo, Chema Lera, José Miguel Navarro, Ángel Gari y unos cuantos más), lo primero es el derecho a imaginar, la exaltación de tradiciones, mitos, costumbres para explicar el mundo por medio de la imaginación y la palabra, dos instrumentos fundamentales del escritor y del ser humano.
Cuando te encuentras con alguien que te cuenta las cosas, quedas fascinado,, es como si se suspendiese el tiempo. Y también es un libro donde se habla de la necesidad de escuchar, de oír las historias. De esto van un poco los dos libros: contar, contarse, oír, fabular, dialogar con el mito, con el delirio, con la belleza”, señala el autor. Y añade: “En ‘Diálogos en cautividad’ hay otros detalles: los distintos entrevistados hablan de las diversas pandemias o pestes en sus respectivas disciplinas: en el arte, la literatura, el cómic, la historia, el cine, la música, la poesía. Y eso también hace del libro un viaje en el tiempo en períodos oscuros y complejos. La enfermedad por lo regular nos revela la fragilidad y la vez despierta la fortaleza, el deseo de vivir”.
Los aragoneses están por encima de la media nacional en el hábito de la lectura (64’8%) y respecto a su contribución de autor explica que “publicar es una experiencia maravillosa. Uno nunca sabe para quien escribe, pero lo hace con todo el corazón y alma. De alguna manera piensa en un lector ideal con el que establecer un diálogo, me encantaría estar ahí en esa implícita lista de autores que interesan y que se leen de distintos grados. Cada vez que encuentro un lector mío le doy un abrazo grande de gratitud porque es muy complicado que alguien elija tus libros, somos tantos, tantas voces, tantas historias y opciones. A veces se lee por amistad, por pura empatía, no solo por el deseo de encontrarte con un libro de supuesta calidad.… Imagínate lo difícil que alguien se encuentre con tus libros y te lea. ¿Sabes? Es como pedir que te toque la lotería. En mi caso, sueño con que me toque la lotería de algunos lectores. El escritor arroja sus botellas de palabras al mar del mundo y espera que alguien la encuentres, se divierte, se emocione o solo tenga curiosidad en sabes qué escribes y hasta por qué”.
Manuel Vilas, Sol Otto y Mariano Gistaín
En clave local, opina sobre Manuel Vilas y Sol Otto que están entre los autores más leídos durante 2023 en librerías de la provincia. “Me produce una gran emoción, Manuel Vilas es un gran amigo desde hace 35 años, gran narrador, gran poeta. Sol Otto me parece una autora estupenda, su novela “a vida de Ángela” es muy interesante, sobre el mundo rural, la evocación y la infancia. Empieza ahora pero ha conseguido lo más difícil, llegar a los lectores. Además, hay otro autor local maravilloso, barbastrenses, a quien adoro, Mariano Gistaín, acaba de publicar un libro precioso con tres cuentos, ‘Familias raras’, ilustrado por Isidro Ferrer, que tiene su sello: es un visionario, alguien que se adelanta al futuro y que construye historias que te emocionan y te dejan temblando. En ‘Letras Libres’, donde colabora desde hace muchos años, lo llaman con razón ‘Corresponsal del futuro’”.