En el capítulo anterior relatamos la inauguración, el día 1 de Septiembre de 1903, del segundo establecimiento de la familia Bosch-Fajarnés en la Placeta de la Fustería. La dirección de policía era Calle General Ricardos 26. Ramón Bosch solicitó y obtuvo del Ministerio de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas el registro, a beneficio suyo, del nombre comercial de “San Ramón”.
En factura de fecha 4 de Octubre de 1905, expedida a nombre de nuestro Joaquín Costa, un café costaba 0,25 céntimos de peseta, una copa de anís 0,50 céntimos de peseta y un día de hospedaje completo (desayuno, comida, cena y pernocta) costaba 5 pesetas (0,03 €).
La importancia dentro de la sociedad barbastrense tanto del establecimiento como de la familia Bosch-Fajarnés fue tal, que en el “Cruzado Aragonés” de fecha 6 de Septiembre de 1910 se pudo leer: “Los fuegos han tocado esta noche en la “Plaza de Bosch” (Don Ramón), antes Fustería. Fuegos, música y animación sorprendente han constituido un espectáculo ameno y atractivo”.
Un año después, en 1911, nacería su sexto y último hijo, Ramón Bosch Fajarnés.
En el mismo semanario de fecha 21 de Junio de 1912 se anunciaba que “la Casa de Huéspedes y Café San Ramón” organizaba en honor a San Ramón un programa de actos durante 4 días en la misma placeta donde se ubicaba y que incluía elevación de globos aerostáticos, conciertos a cargo de la banda de Santa Cecilia y del Sexteto del Establecimiento y Armonium, misa en la Iglesia de las monjas de la Enseñanza y otras actividades lúdicas. Asimismo se repartirían panes de medio kilo entre “los pobres de solemnidad”.
Casa de Huéspedes y Café de San Ramón
A medida que iba pasando el tiempo la valoración, la relevancia y la posición de la Casa de Huéspedes y Café de San Ramón era mayor. Aquello de “de Bosch y Fajarnés” había desaparecido del nombre.
Ramón Bosch
La moda imperante en la ciudad era realizar actos y celebraciones familiares y sociales en el establecimiento de Ramón Bosch que llegó a ostentar el cargo de alcalde accidental de Barbastro.
Bodas como las celebradas entre Ascensión Laplana y José Español Berdié en febrero de 1912 o la celebrada en diciembre del mismo año entre Eusebio Martí Lamich y Salomé Loscertales Bellostas, esta última servida por “el fondista Ramón Bosch” en el Círculo de la Amistad, son algunos de los ejemplos.
Estos banquetes tenían el marcado acento francés que Ramón Bosch quiso proporcionar a su negocio desde el primer momento. En estas celebraciones se podían degustar platos como “Ostras verdes de Marennes”, “Filet de Cert au champignon”, “Galantina oisseaux truffés”, “Haricots Verts”, “Biscuit Glacé” o “Moët et Chandon”.
Josefina Bosch (1896-2000)
Fue la tercera hija del matrimonio Bosch-Fajarnés. Al fallecer su padre en el año 1915, tía Fina, sobrenombre por el que la familia la ha identificado siempre, recogió el testigo y comenzó 85 años al frente del negocio hotelero familiar.
Siempre apoyada en su madre Sebastiana, estaba dotada de un carácter fuerte, decidido y frío que de alguna forma fue necesario para gestionar un establecimiento como el Gran Hotel San Ramón en momentos convulsos como la Dictadura de Primo de Rivera, la II República, la Guerra Civil o la posguerra.
Y tía Fina, persona controvertida que generó sentimientos positivos y negativos entre sus relaciones familiares y sociales, fue capaz de superar estos años difíciles hasta entrados los años ochenta del siglo pasado en que el Gran Hotel inició su declive acompañándola en su decadencia física.
Mercedes Bosch Vilá
Solo con la ayuda de Mercedes Bosch Vilá, sobrina suya y tía carnal y madrina mía de bautismo, consiguió mantener el Gran Hotel, convertido en Fonda (de nuevo como en 1878), abierto hasta su defunción en febrero de 2000.
Casa de Huéspedes de San Ramón
El éxito tanto económico como social de la Casa de Huéspedes de San Ramón, la ausencia de un establecimiento hotelero de cierto nivel en Barbastro, el doble enlace matrimonial entre la familia Bosch y la recién llegada a la ciudad familia Lalanne (Burdeaux -Francia), el ideal vital francés de Ramón Bosch, la adopción de la estética modernista, la excelente cocina y la innovación y modernidad provocaron el nacimiento en Septiembre de 1913 del GRAN HOTEL SAN RAMON. Todo un hito en la historia de la Ciudad.
Mi padre me repetía: Hijo mío, en Barbastro hay dos cosas que ver, la Catedral y San Ramón.