Cáritas Diocesana Barbastro Monzón ha presentado su memoria de 2022 en la que destaca la atención prestada a 7.322 personas a lo largo del territorio destacando el porcentaje de un 28% que acudían por primera vez en la entidad.
Amparo Tierz
Unas cifras que, según la directora Amparo Tierz, hay que leer con el corazón y la entrega de aquellas personas que trabajan y contribuyen con Cáritas.
A lo largo del pasado año se registraron 6.184 atenciones y ayudas de urgencia, de éstas 1.467 han ido dirigidas a personas que se encuentran en una situación administrativa irregular.
Gracias a programas como el de Infancia y Juventud se han atendido a más niños y jóvenes, la mitad llegaban a los servicios de Cáritas por primera vez. En cuanto a los usuarios, un 60,8% son mujeres con diversas problemáticas entre las que destaca el incremento que se ha producido en el tema de vivienda sobre todo cuando hablamos de los mayores y en cuestiones como el acceso a residencias o viviendas tuteladas.
El empleo también es cuestión prioritaria para Cáritas Diocesana y por ello se da mucho valor a todos los programas vinculados con la inserción laboral llegando a las 161 personas que trabajan gracias a sus iniciativas. Un proyecto muy unido a su liderazgo en economía social a través del Centro Especial de Empleo Insertare que tiene presencia en cuatro comarcas y cuenta con el aval de 13 entidades locales.
En jardinería se realizaban 47 intervenciones, 30 mantenimientos estables y 14 servicios periódicos en instituciones públicas. Por su parte sigue adelante Incluyem Barmon con 19 personas en plantilla, once puestos de inserción y 448.523 kilos de ropa y complementos recogidos en el año 2022.
En cuanto al presupuesto, en 2022 se invertían 1,6 millones de euros en los diferentes programas con un 21 % de fondos privados, un 32% de fondos propios y un 47% de aportación a cargo de fondos públicos.