El martes 21 de marzo unas vecinas y niños que estaban en la plaza España del Barrio San José de Barbastro oyeron maullar de manera insistente a un gato. Observaron que estaba en lo alto de un pino de unos quince metros y no se atrevía a bajar.
Le pusieron comida y esperaron, pero como pasaban las horas y el animal seguía en las mismas condiciones, una de las vecinas llamó pidiendo ayuda al Ayuntamiento.
La policía Local le contestó que el asunto no era de su competencia y les comentó que podían llamar a los bomberos a través del teléfono de emergencias, el 112, ya que este servicio no tiene número directo.
La actitud de la persona que contesto a este número fue lamentable y, totalmente inapropiada para alguien que debe orientar y ayudar al ciudadano; quedando los vecinos consternados y solos ante la problemática que se había planteado.
Posteriormente se unieron al grupo Armando y Andrés, pintores de esta ciudad, que tienen en las cercanías un almacén y se prestaron a colaborar buscando una solución.
A la mañana siguiente, como el gato seguía en lo alto del pino, incapaz de bajar y cada vez más nervioso, pidieron ayuda a Ernesto Cáncer que desinteresadamente les envió un camión grúa de 26 metros. Andrés y el operario de la grúa subieron, debidamente protegidos, y lograron salvar al animal.
Gracias a los vecinos, a Armando y Andrés, al operario de la grúa y a Ernesto Cáncer. Ellos nos han dado un ejemplo de colaboración ciudadana.
Es importante la implicación de todos. Que las personas estemos sensibilizadas hacia el cuidado de nuestra ciudad y su medio entorno.
Pero es también necesaria y fundamental una buena actitud, amabilidad y la intervención de las personas que están trabajando en las diferentes instituciones públicas que deben estar al servicio de la resolución de los grandes y pequeños problemas que se generan en nuestra ciudad.