Los ríos altoaragoneses Vero, Ara, Gállego y Aragón están entre las referencias elegidas en lanchas patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Se completan con el Jiloca para identificarlas con nombres de ríos españoles. El denominador común de las patrulleras son las labores de vigilancia marítima contra el narcotráfico, inmigración ilegal y protección del Medio Ambiente, tareas que realiza el Servicio Marítimo de la Guardia Civil desde 1992.
La patrullera ligera Río Vero L-16, construida por Astilleros Armón, en Puerto de Vega (Asturias) se estrenó el 20 de abril de 2016 para sustituir a la M-13 que operaba en la base gallega en Viveiro hasta julio de 2017 cuando relevó a la embarcación Río Lea en el Puerto de Pasajes, sede del Servicio Marítimo de Bizkaia. En aquellos momentos, el Jefe de Servicio de la Guardia Civil eligió la referencia por las característica singulares del río Vero y su paso por Barbastro, ciudad que elogió.

Se trata de una patrullera ligera de 14.35 toneladas con 15’66 metros de eslora, 4,48 de manga y puntal de 1/10 metros. Se la considera “una excelente embarcación de casco de aluminio, superestructura de fibra que la hace insumergible, tiene autonomía de 250 millas a velocidad de 22 nudos, aunque puede superar los 35. La velocidad máxima es de 67 km/hora y puede navegar sin repostar durante 463 km. La tripulación mínima es de un Patrón y dos marineros.
El alcalde de Barbastro, Fernando Torres, tras conocer la existencia de la patrullera se puso en contacto con el coronel Urteaga, de la Comandancia de la Guardia Civil de Guipúzcoa, compartió la visita al acuartelamiento y la patrullera Río Vero, por primera vez. “En el Puerto de Pasajes me enseñaron todo el interior de la embarcación, luego hicimos un acompañamiento de servicio hasta Guetaria y regreso por la Costas Cantábrica. Cuando ves el nombre del río Vero en una patrullera de servicio en el País Vasco, produce orgullo de barbastrense y satisfacción de altoaragonés. La posibilidad de compartir unas horas de servicio con la Guardia Civil es enriquecedora”.
Hasta ahora, “desconocemos quien eligió el nombre del río Vero pero sí sabemos que tras las primeras embarcaciones desde que se inició el Servicio Marítimo de la Guardia Civil (1992) se optó por la costumbre de identificar a los buques y embarcaciones del Servicio”.
La historia de la patrullera se cuenta en un texto de firma ilegible del autor, “en la flota de Servicio Marítimo están representados destacados ríos aragoneses y como el Jefe del Servicio es quien propone los nombres, durante mi mando valoré la posibilidad de ponerle Río Corneja, de mi pueblo natal pero evité egos y busqué un río que, con independencia de longitud y caudal, acumulara méritos suficientes y tuviera un significado singular. Ahí surgió el Vero”, según explica el Jefe de Servicio, de firma ilegible.
Río y ciudad
Se refiere al Vero “río modesto que ha podido, con el discurrir del tiempo, abrirse paso por barrancos y cortados que hoy generan riqueza y que antaño permitió establecer poblaciones de frontera de cuyas aguas se sirvieron para arrancar, con mucho trabajo, algo de producción a esas duras tierras de su cauce alto”. Añade, “un río cuyas aguas unidas al conocimiento acumulado por generaciones y al trabajo e ilusión de mucha gente se transforman en caldos excelentes”.
Se refiere a Barbastro, “ciudad con personas excelentes, sin intereses espurios, comprometidas con la tierra y sus gentes, con valores y principios que, aunque antiguos, son cada vez más necesarios. Estaba claro que el Vero era el nombre buscado”. Por otra parte, hace años, el barbastrense Gómez también puso el nombre Ciudad de Barbastro a un avión de su compañía aérea en Gran Canaria.